PALIMPSESTO 26



Presentación de Palimpsesto 26 y de El ciruelo de Yuan Pei Fu de Regino Pedroso.
 Lectura de Díaz Martínez.
De izqda a dcha., Manuel Díaz Martínez, José Miguel Acal (concejal de cultura) y Francisco José Cruz.
Francisco José Cruz, Manuel Díaz Martínez y Chari Acal.
© Juan Manuel Rodríguez Muniz
© Juan Manuel Rodríguez Muniz
© Juan Manuel Rodríguez Muniz
 
 MANUEL DÍAZ MARTÍNEZ  EN CARMONA


Manuel Díaz Martínez en el Alcázar de la Puerta de Sevilla, abril de 2011.
Mi ya larga y entrañable relación con Manuel Díaz Martínez viene dada por sus diversas y generosas colaboraciones en Palimpsesto, desde que en 1999 preparó para nuestra colección la antología Vida de Flora y otros poemas del también cubano Virgilio Piñera, aunque no lo conocí personalmente hasta noviembre de 2005, cuando tuve la fortuna de que aceptara mi invitación a participar en el II Encuentro Sevilla, Casa de los Poetas. Durante aquella memorable semana, de tan amena convivencia, su trato natural y efusiva inmediatez ya los había adivinado, de algún modo, en sus poemas. En las intensas conversaciones de aquellas jornadas, llenas de significativas anécdotas, su humor y su simpatía no disimulaban, sin embargo, cierto asomo de amargura por la intransigencia política de que fue víctima en su país, al punto de que en 1992  no tuvo más remedio que exiliarse en Las Palmas de Gran Canaria, donde todavía reside. Esta desgarradora experiencia ha marcado para siempre su recuerdo y su actitud ante la vida.
      Destacado integrante de la generación del 50, Manuel Díaz Martínez es el poeta cubano, junto a Eliseo Diego, con más hondas raíces en la tradición poética española. Esto se reconoce en la mesura de su tono y en la variedad de metros y estrofas de viejo cuño, que sutilmente rehace con el fin de ponerse al servicio de las necesidades expresivas y humanas de cada poema. Esta suerte de humildad estética ya supone un claro síntoma de la autenticidad de su obra, donde el paso del tiempo agazapado en las cosas y los gestos más nimios y las vicisitudes personales dejan un poso nostálgico y triste que, lejos de la autocompasión derrotista, se mantiene dentro de un estoico eclecticismo, como revelan, por ejemplo, estos versos suyos: «Mis relaciones con la angustia son cordiales / porque no creo que en el mundo todo está ganado, / pero tampoco que todo está perdido.» Si la tierna ironía y la lucidez crítica de estos poemas nos hablan de una manera a veces explícita y otras implícitas de los tiempos oscuros en que muchos de ellos fueron escritos, su cordialidad machadiana y sentimentalismo becqueriano los sitúan más allá de las meras circunstancias históricas y dan a esta poesía, delicada y transparente, su íntimo carácter meditativo, donde, según Lezama Lima, «el hueso quevediano se junta con las brisas habaneras».
      La presencia de Manolo Díaz Martínez hoy en Carmona corona este viejo camino de reconocimiento y gratitud, que empezó a finales del siglo pasado con aquel entusiasmo de Chari y mío, cuando lo leímos por primera vez.

VIDEO:
© KARCOMEN



Radio Exterior de España
El periodista Federico Utrera entrevista a Francisco José Cruz sobre El ciruelo de Yuan Pei Fu de Regino Pedroso (edición de Manuel Díaz Martínez, col. Palimpsesto, 2011) en el programa Un idioma sin fronteras: del minuto 29,35 al minuto 36,30.