viernes, 23 de mayo de 2014

ANTONIO MACHADO, UNA HONDA PALPITACIÓN

Francisco José Cruz, junto a los poetas José María Jurado, José Ángel Cilleruelo y Rafael Adolfo Téllez, dio una pequeña lectura de sus poemas en la clausura de estas jornadas conmemorativas del 75 aniversario de la muerte en el exilio de Antonio Machado. Comenzó aludiendo brevemente al cambiante trato que a lo largo de los años ha mantenido con la poesía del maestro sevillano. Así, en su primera juventud, imbuido del surrealismo de Vicente Aleixandre, reconoció que no la leyó con el debido detenimiento, aunque por entonces le atrajera el carácter simbólico de Soledades. Sin embargo, conforme fue alejándose de los influjos irracionalista en pos de su propio mundo expresivo, iba identificándose cada vez más con el realismo descriptivo de Campos de Castilla e incluso de Nuevas canciones, entre otras razones, por «el valor informativo de la palabra poética», en palabras de Roman Jakobson, referidas a la lírica de Pushkin. De todos modos, según dijo, no cree que haya tantos Machados como suele afirmarse. La evolución de su obra –o más bien ahondamiento– no aparta los logros anteriores, sino que los integra, al punto de que poemas de su primer libro, podrían estar en los siguientes y viceversa, sin menoscabo del conjunto. Añadió que tampoco advierte sustanciales diferencias entre el tono de su poesía culta y el de la popular, representados, por ejemplo, en el soneto y el romance. A ambos los une la íntima cordialidad de sus versos, claros y misteriosos a la vez. Es, precisamente, la desnuda sencillez de esta vieja forma tradicional, la mayor deuda que la poesía de Fran Cruz, según su propio juicio, tiene con la de Antonio Machado, sobre todo con los contenidos y dolorosos romances a la muerte de Leonor, en los que algo de este desamparo quizá se sienta también, como tremendas premoniciones de la separación definitiva, en las composiciones amorosas de Cruz, quien cerró su intervención recitando de memoria el poema de don Antonio que comienza: Soñé que tú me llevabas / por una blanca vereda, / en medio del campo verde, / hacia el azul de la tierra.
De izqda. a dcha.: Rafael Adolfo Téllez, José Ángel Cilleruelo, José Daniel Serrallé (director de las jornadas), Francisco José Cruz y José María Jurado.©Rosario Acal
De izqda. a dcha.: José María Jurado, Fran Cruz, Rafael Adolfo Téllez y José Ángel Cilleruelo.©Pilar Brázquez
Sevilla, Espacio Santa Clara, 21 de febrero de 2014.